INSTITUCIÓN EDUCATIVA

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miércoles, 17 de septiembre de 2014

Discurso de Don Qujote sobre las Armas y las Letras.



Prosiguiendo don Quijote, dijo:

-Pues comenzamos en el estudiante por la pobreza y sus partes, veamos si es más rico el soldado. Y veremos que no hay ninguno más pobre en la misma pobreza, porque está atenido a la miseria de su paga, que viene o tarde o nunca, o a lo que garbeare por sus manos, con notable peligro de su vida y de su conciencia. Y a veces suele ser su desnudez tanta, que un coleto acuchillado le sirve de gala y de camisa, y en la mitad del invierno se suele reparar de las inclemencias del cielo, estando en la campaña rasa, con sólo el aliento de su boca, que, como sale de lugar vacío, tengo por averiguado que debe de salir frío, contra toda naturaleza. Pues esperad que espere que llegue la noche, para restaurarse de todas estas incomodidades, en la cama que le aguarda, la cual, si no es por su culpa, jamás pecará de estrecha; que bien puede medir en la tierra los pies que quisiere, y revolverse en ella a su sabor, sin temor que se le encojan las sábanas.
Lléguese, pues, a todo esto, el día y la hora de recebir el grado de su ejercicio; lléguese un día de batalla, que allí le pondrán la borla en la cabeza, hecha de hilas, para curarle algún balazo, que quizá le habrá pasado las sienes, o le dejará estropeado de brazo o pierna. Y, cuando esto no suceda, sino que el cielo piadoso le guarde y conserve sano y vivo, podrá ser que se quede en la mesma pobreza que antes estaba, y que sea menester que suceda uno y otro rencuentro, una y otra batalla, y que de todas salga vencedor, para medrar en algo; pero estos milagros vense raras veces. Pero, decidme, señores, si habéis mirado en ello: ¿cuán menos son los premiados por la guerra que los que han perecido en ella? Sin duda, habéis de responder que no tienen comparación, ni se pueden reducir a cuenta los muertos, y que se podrán contar los premiados vivos con tres letras de guarismo. Todo esto es al revés en los letrados; porque, de faldas, que no quiero decir de mangas, todos tienen en qué entretenerse.

Así que, aunque es mayor el trabajo del soldado, es mucho menor el premio. Pero a esto se puede responder que es más fácil premiar a dos mil letrados que a treinta mil soldados, porque a aquéllos se premian con darles oficios, que por fuerza se han de dar a los de su profesión, y a éstos no se pueden premiar sino con la mesma hacienda del señor a quien sirven; y esta imposibilidad fortifica más la razón que tengo. Pero dejemos esto aparte, que es laberinto de muy dificultosa salida, sino volvamos a la preeminencia de las armas contra las letras, materia que hasta ahora está por averiguar, según son las razones que cada una de su parte alega. Y, entre las que he dicho, dicen las letras que sin ellas no se podrían sustentar las armas, porque la guerra también tiene sus leyes y está sujeta a ellas, y que las leyes caen debajo de lo que son letras y letrados. A esto responden las armas que las leyes no se podrán sustentar sin ellas, porque con las armas se defienden las repúblicas, se conservan los reinos, se guardan las ciudades, se aseguran los caminos, se despejan los mares de cosarios; y, finalmente, si por ellas no fuese, las repúblicas, los reinos, las monarquías, las ciudades, los caminos de mar y tierra estarían sujetos al rigor y a la confusión que trae consigo la guerra el tiempo que dura y tiene licencia de usar de sus previlegios y de sus fuerzas. Y es razón averiguada que aquello que más cuesta se estima y debe de estimar en más.

Alcanzar alguno a ser eminente en letras le cuesta tiempo, vigilias, hambre, desnudez, váguidos de cabeza, indigestiones de estómago, y otras cosas a éstas adherentes, que, en parte, ya las tengo referidas; mas llegar uno por sus términos a ser buen soldado le cuesta todo lo que a el estudiante, en tanto mayor grado que no tiene comparación, porque a cada paso está a pique de perder la vida. Y ¿qué temor de necesidad y pobreza puede llegar ni fatigar al estudiante, que llegue al que tiene un soldado, que, hallándose cercado en alguna fuerza, y estando de posta, o guarda, en algún revellín o caballero, siente que los enemigos están minando hacia la parte donde él está, y no puede apartarse de allí por ningún caso, ni huir el peligro que de tan cerca le amenaza? Sólo lo que puede hacer es dar noticia a su capitán de lo que pasa, para que lo remedie con alguna contramina, y él estarse quedo, temiendo y esperando cuándo improvisamente ha de subir a las nubes sin alas y bajar al profundo sin su voluntad. Y si éste parece pequeño peligro, veamos si le iguala o hace ventajas el de embestirse dos galeras por las proas en mitad del mar espacioso, las cuales enclavijadas y trabadas, no le queda al soldado más espacio del que concede dos pies de tabla del espolón; y, con todo esto, viendo que tiene delante de sí tantos ministros de la muerte que le amenazan cuantos cañones de artillería se asestan de la parte contraria, que no distan de su cuerpo una lanza, y viendo que al primer descuido de los pies iría a visitar los profundos senos de Neptuno; y, con todo esto, con intrépido corazón, llevado de la honra que le incita, se pone a ser blanco de tanta arcabucería, y procura pasar por tan estrecho paso al bajel contrario. Y lo que más es de admirar: que apenas uno ha caído donde no se podrá levantar hasta la fin del mundo, cuando otro ocupa su mesmo lugar; y si éste también cae en el mar, que como a enemigo le aguarda, otro y otro le sucede, sin dar tiempo al tiempo de sus muertes: valentía y atrevimiento el mayor que se puede hallar en todos los trances de la guerra. Bien hayan aquellos benditos siglos que carecieron de la espantable furia de aquestos endemoniados instrumentos de la artillería, a cuyo inventor tengo para mí que en el infierno se le está dando el premio de su diabólica invención, con la cual dio causa que un infame y cobarde brazo quite la vida a un valeroso caballero, y que, sin saber cómo o por dónde, en la mitad del coraje y brío que enciende y anima a los valientes pechos, llega una desmandada bala, disparada de quien quizá huyó y se espantó del resplandor que hizo el fuego al disparar de la maldita máquina, y corta y acaba en un instante los pensamientos y vida de quien la merecía gozar luengos siglos. Y así, considerando esto, estoy por decir que en el alma me pesa de haber tomado este ejercicio de caballero andante en edad tan detestable como es esta en que ahora vivimos; porque, aunque a mí ningún peligro me pone miedo, todavía me pone recelo pensar si la pólvora y el estaño me han de quitar la ocasión de hacerme famoso y conocido por el valor de mi brazo y filos de mi espada, por todo lo descubierto de la tierra. Pero haga el cielo lo que fuere servido, que tanto seré más estimado, si salgo con lo que pretendo, cuanto a mayores peligros me he puesto que se pusieron los caballeros andantes de los pasados siglos.

Todo este largo preámbulo dijo don Quijote, en tanto que los demás cenaban, olvidándose de llevar bocado a la boca, puesto que algunas veces le había dicho Sancho Panza que cenase, que después habría lugar para decir todo lo que quisiese. En los que escuchado le habían sobrevino nueva lástima de ver que hombre que, al parecer, tenía buen entendimiento y buen discurso en todas las cosas que trataba, le hubiese perdido tan rematadamente, en tratándole de su negra y pizmienta caballería. El cura le dijo que tenía mucha razón en todo cuanto había dicho en favor de las armas, y que él, aunque letrado y graduado, estaba de su mesmo parecer.

Acabaron de cenar, levantaron los manteles, y, en tanto que la ventera, su hija y Maritornes aderezaban el camaranchón de don Quijote de la Mancha, donde habían determinado que aquella noche las mujeres solas en él se recogiesen, don Fernando rogó al cautivo les contase el discurso de su vida, porque no podría ser sino que fuese peregrino y gustoso, según las muestras que había comenzado a dar, viniendo en compañía de Zoraida. A lo cual respondió el cautivo que de muy buena gana haría lo que se le mandaba, y que sólo temía que el cuento no había de ser tal, que les diese el gusto que él deseaba; pero que, con todo eso, por no faltar en obedecelle, le contaría. El cura y todos los demás se lo agradecieron, y de nuevo se lo rogaron; y él, viéndose rogar de tantos, dijo que no eran menester ruegos adonde el mandar tenía tanta fuerza.

-Y así, estén vuestras mercedes atentos, y oirán un discurso verdadero, a quien podría ser que no llegasen los mentirosos que con curioso y pensado artificio suelen componerse.

Con esto que dijo, hizo que todos se acomodasen y le prestasen un grande silencio; y él, viendo que ya callaban y esperaban lo que decir quisiese, con voz agradable y reposada, comenzó a decir desta manera:

(Tomado de la obra: El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha) 

PREGUNTAS:


  1. ¿Qué te suigiere la lectura anterior?
  2. ¿Conoces, en otros textos (películas, libros, textos digitales, entre otros) un tema relacionado con este discurso?
  3. Según Don Quijote ¿Por qué hay armas diabólicas?
  4. ¿Qué relación existe entre este texto y la biografía del autor? Redacta un ensayo sobre este análisis y publícalo en la sección de comentarios.
  5. No olvides suscribirte a este Blog.


sábado, 7 de junio de 2014

Plan de Mejoramiento Tecnología, grado 6-2 y 6-3




Institución Educativa José María Falla – Sede Central
El Dovio (Valle – Colombia)
PLAN DE MEJORAMIENTO ACADÉMICO (SIEDE – ART 11).
INFORMACIÓN GENERAL


NOMBRE DEL ESTUDIANTE:
E - MAIL
GRADO:  6
ÁREA:  TECNOLOGÍA E INFORMÁTICA
DOCENTE:                              JOHN JAMES ARBELÁEZ
E – MAIL: johnjamesam@yahoo.com
VALORACIÓN DE LA ACCIÓN MEJORADA:

META (S) NO ALCANZADAS:
ANÁLISIS DE CAUSAS:






DESEMPEÑO (S) A REALIZAR
FECHA

CRITERIOS DE EVALUACIÓN
ALCANZÓ LA META
INICIO
FIN
SI
NO
1.        Objetos tecnológicos al servicio del hombre. (página 7, guía 1)
Junio 11
Junio 11
Evaluación escrita.





Realiza una exposición sobre algún artículo electrodoméstico, su utilidad, sus componentes o partes y los alcances de desarme.








































FIRMA DEL ESTUDIANTE:


FIRMA DEL DOCENTE:


FIRMA PADRE DE FAMILIA:









OBSERVACIONES:



NOTA: RECUERDE QUE SE DEBE DEJAR COPIA DEL PLAN DE MEJORAMIENTO ACADÉMICO EN COORDINACIÓN

lunes, 20 de enero de 2014

RESEÑA HISTÓRICA INSTITUCIÓN EDUCATIVA JOSÉ MARÍA FALLA




(Tomado de la Monografía de la Institución Educativa José María Falla, 2006, Jhonathan Mauricio Guzmán González y Jorge Iván Perea Obando)

Nace una idea
El 4 de abril de 1940 llega al municipio de El Dovio el sacerdote José María Falla, como primer párroco de la Iglesia Católica; gracias a las gestiones realizadas ante la Diócesis de Cali del entonces líder político Alberto Fresneda. Con este ilustre personaje ya en la localidad nace una idea, que para muchos pobladores era necesaria y para otros parecía algo descabellada.
En la década de los 50, el municipio tan solo contaba con dos centros de educación primaria (escuela de mujeres Simón Bolívar –hoy Policarpa Salavarrieta- del 24 de marzo de 1957, y la escuela de varones General José María Córdoba – del 12 de septiembre de 1957)[1]; quedando un inmenso problema al momento que los jóvenes deseaban continuar los estudios secundarios. Para los que pertenecían a las familias más pudientes de la época, el problema se solucionaba con su traslado a otras ciudades donde familiares o en los famosos internados; pero para aquellos de escasos recursos, que eran la mayoría, las ilusiones de seguir estudiando se veían demasiado lejanas por su misma situación económica y la falta de un colegio en la municipalidad.
Esta situación hace que el presbítero José María Falla; quien fue designado dos veces párroco para este municipio −(del 4 de abril de 1940 al 10 de julio de 1950 y del 18 de octubre de 1953 al 5 de mayo de 1957)−; tomara la iniciativa de promover con todos los estamentos gubernamentales del orden municipal, departamental y nacional, al igual que con organizaciones prestantes de la región y su misma feligresía, que para entonces era del 100% de los pobladores de El Dovio; la construcción de una edificación ideal para implementar la educación secundaria en el municipio y así atender el gran número de jóvenes que anhelaban estudiar.
Su liderazgo, espiritual y comunitario, logró motivar para que las gestiones y los aportes se dieran desde el mismo inicio de la convocatoria. Al mismo tiempo, eventos tan tradicionales como los mercados de San Isidro, bazares, banquetes; además de contar con las “dietas parlamentarias” como se le conocía en ese entonces a los auxilios del Estado por intermedio de los congresistas de la República. De esta forma se facilita la creación de un fondo que luego permitió la adquisición del terreno donde ahora se encuentra la sede central.
El 10 de agosto de 1956 la parroquia del municipio de El Dovio, representada por el Reverendo José María Falla, protocoliza en la Notaria de Roldanillo a través de la escritura pública No. 477 y registrada en la oficina de Instrumentos Públicos, la compra de un terreno, de una superficie aproximada de una hectárea dos mil ochocientos metros cuadrados (1.2800 Hs) denominado "El Aromal", pero más conocido como "El Vergel". Este último nombre se hallaba en la parte frontal de la vieja vivienda de bahareque que se ubicaba en inmediaciones donde actualmente se encuentra la rectoría. La ubicación del terreno no era en ese entonces muy atractiva pues el mismo sólo colindaba con cafetales y potreros. En el sector tan solo se encontraban dos o tres viviendas.
Los trabajos de la parte física de la institución iniciaron simultáneamente a las gestiones por parte de dirigentes y líderes locales ante el gobierno departamental para lograr la aprobación de los estudios secundarios en el futuro colegio.
Los traslados del padre Falla, por parte de la Diócesis en los años 1950 y 1957, contribuyeron para que el proyecto se fuera tornando demasiado lento, hasta el punto que la muerte de él paralizó definitivamente las gestiones en la capital del departamento y la construcción de la estructura.
Llegó la hora
Tan solo hasta el año 1964 puede iniciar el proyecto. Comienza con muy pocas bases, en ese momento; pero lleno de ilusiones y esfuerzos por parte de sus gestores y beneficiarios.
Para esta fecha, ya habían transcurrido cuatro años de la muerte del presbítero José María Falla, gestor de la iniciativa; y es el sacerdote Nelson Guerrero (párroco de la población desde el 31 de enero de 1962 hasta el 26 de marzo de 1967) quien asume el proyecto y convoca nuevamente en esa época a todos los estamentos para que se construya el colegio.
La implementación de la educación media seguía siendo para muchos una idea descabellada pero al mismo tiempo algo importante y necesario para que acelerara el desarrollo de la localidad, que a la fecha solo contaba con un pequeño puesto de salud, la plaza principal pavimentada, la sede del gobierno municipal, una oficina del Banco de Bogotá, un hermoso templo parroquial católico y valiosísimas tradiciones campesinas, arraigadas en los más de 14 mil pobladores, según registros del DANE y autoridades locales[1].
Y llegó el momento, y de la forma como se esperaba, a mediados del año 1964, el padre Nelson Guerrero junto a dirigentes como Alberto Fresneda y otro grupo de personas, empezaron a convocar a los jóvenes interesados en iniciar sus estudios secundarios en un colegio propio del municipio. La convocatoria arrojó los resultados esperados, más de 70 padres de familia, quienes habían escuchado la invitación durante la homilía del padre Guerrero, se mostraron interesados en que sus hijos hicieran parte de ese grupo de estudiantes.
Todos estuvieron de acuerdo que las clases se iniciaran, a pesar que hasta el momento no se obtuviera la aprobación por parte de la Secretaría Departamental de Educación; y esto con la misma intención de presionar que esta decisión se acelerara.
El primer gran logro por parte del Comité Pro Colegio, se dio luego de conocer la expedición del Decreto 0750 de octubre 15 de 1964, por medio del cual se creaba un colegio de enseñanza media en el municipio de El Dovio. Este decreto fue firmado por el entonces gobernador del Departamento del Valle del Cauca, Gustavo Balcázar Monzón; además, el Secretario (e) de Educación, Hernán Mejía Arango y el Secretario de Hacienda Departamental, José Fernando Botero Ochoa.
Gracias esto, el presbítero Guerrero, decidió utilizar todas sus influencias y lograr que fuera nombrado como el rector del naciente colegio. Para el funcionamiento del nuevo plantel, y como aún la edificación del colegio no estaba terminada, la parroquia facilitó la casa vecina a la iglesia, y que se preveía como la futura sede de un centro educativo. Allí se inician las clases para el primer grado de secundaria. Hecho que llenó de orgullo a la mayoría de los pobladores, pero también suscito gran controversia, pues no se concebía que en una misma aula estuviesen hombres y mujeres.
Los recursos económicos eran pocos, por no decir que ningunos; esto hizo que se lograra un acuerdo con algunos profesores que habían sido designados a las escuelas urbanas, para que ellos dictaran las clases, durante el tiempo que se lograra la consolidación oficial de la institución y sin un sueldo fijo. Solo una bonificación muy baja de acuerdo al número de matrículas. De esta forma, 72 alumnos se matricularon en el grado primero, bajo la dirección del Presbítero Nelson Guerrero y los profesores: Alberto Soto, Edgar Rojas y Carmen de Jesús Gálvez.
Las clases
El inicio de clases, en el mes de octubre de 1964, del primer grupo de secundaria, llamaba la atención de los pobladores, quienes no disimulaban las expresiones de orgullo de contar con ese grupo de jóvenes que día a día salían de sus casas al colegio. El iniciar las clases también trajo un nuevo uniforme, las mujeres usaban una falda con prenses y blusa; los hombres pantalón y camisa, todos de color caqui y zapatos color negro. Este uniforme hizo que muchos en el pueblo, les llamaran los “reclusos”.
El variado grupo de 72 estudiantes y tres profesores, dieron inicio a las jornadas en las que se estudiaban temas de materias como: religión, castellano, matemáticas, historia patria, geografía, cívica, ciencias naturales, inglés, cruz roja, caligrafía, dibujo, canto y música, educación física y deportes, trabajo manual y cooperativismo; además que también se inculcaba en el orden y aseo, conducta y las faltas de asistencia.
Asimismo, y como reconocimiento a los mejores estudiantes, y gracias a un proyecto a nivel departamental junto a organizaciones internacionales, entre ellas, el gobierno de Estados Unidos; un grupo de docentes dictaron un amplio curso de agricultura en los terrenos de la Granja Departamental. Entre estos profesionales, se recuerda con gran cariño al norteamericano Marc Hilton, un joven profesor que disfrutaba de la cultura de la región. Pero también los jóvenes gozaban de él, al tiempo que lo engañaban enseñándole palabras soeces como si fueran las más pulcras en el municipio.
Transcurría el año lectivo y simultáneamente se escuchaban algunas voces que protestaban porque se estaba dictando clases a un grupo de hombres y mujeres, en esta época un colegio mixto era rechazado por los padres de familia. Y al grupo de personas que protestaban por esta razón se sumó el nuevo Obispo de la recién creada Diócesis de Cartago, Monseñor José Gabriel Calderón (q.e.p.d).
Y los ánimos se caldearon aún más cuando un grupo de trabajadores encargados de la reconstrucción del templo parroquial, afectado con un sismo; empezaron a comentar entre la ciudadanía que desde su lugar de trabajo podían apreciar como el grupo de estudiantes hombres cortejaban insaciablemente a las jóvenes durante el tiempo de recreo. Comentarios, ciertos o falsos, provocaron que se optara por dividir el grupo de hombres y mujeres. Ellas seguirían en esas instalaciones, mientras que los jóvenes pasaron a la vivienda que se hallaba en una de las esquinas del parque El Carmen. (Carrera 9 con Calle 10 esquina).
Estas situaciones, que al mismo tiempo ponían entre la espada y la pared al padre Nelson Guerrero, motivaron para que se tomara la decisión de trasladar el grupo de estudiantes a la sede que aún se construía. A partir de este momento se inicia una nueva etapa de la historia de la Institución.
Con tan solo cuatro salones construidos, en total obra negra y ningún elemento pedagógico como ayuda para las clases, los docentes y el mismo sacerdote, que dictaba las clases de religión; se inició una rotación de materias y anécdotas. La educación de ese entonces se caracterizaba por el compromiso de los profesores en preparar de la mejor manera posible a sus alumnos, pese a los nulos elementos a la mano. Los temas cívicos eran de gran importancia dentro de la educación, a tal punto que todos los días lunes, los estudiantes en pleno y profesores dedicaban una parte de la mañana para rendir honores a la bandera de Colombia, cantar el himno nacional y destacar a los alumnos con mejor rendimiento.
El respeto por los adultos, autoridades cívicas, religiosas y militares se percibían al tiempo que ingresaban a los salones de clase, en donde cada alumno se ponía de pie como signo de respeto. Toda esta formación iba de la mano de las falencias que se tenían. Cada estudiante debía llevar al iniciar el año lectivo su propio pupitre, el cual mandaban a hacer en la única talabartería del pueblo y propiedad del señor Gildardo Ayala, abuelo del hoy reconocidísimo periodista a nivel nacional, Javier Ayala. De esta forma, los estudiantes iban y venían con sus pupitres al inicio de clase y al salir a vacaciones.
Pero esto no era solo lo difícil que tenían que afrontar, al no contar el colegio con material didáctico, muchas de las tareas que debían realizar los alumnos estaban relacionadas con carteleras u otra clase de trabajos que luego quedaban como parte de material para los grados venideros. En el área de ciencias naturales, los jóvenes debían recoger en orillas del río u otros sitios, animales que luego eran conservados en alcohol para conformar un improvisado laboratorio. Y lo anterior no era obstáculo para los nuevos estudiantes. Todos llegaban muy entusiasmados a sus clases que se dictaban en una jornada comprendida en el horario de 8:00 a.m. a 12:00 m y de 2:00 p.m. a 5:00 p.m. Y en algunos casos debían salir mucho más tarde, gracias a los castigos que les imponían los profesores; como aquel que recuerda don Bernardo Peñuela Romero, uno de los estudiantes fundadores, quien afirma que en cierta fecha la profesora Carmen Gálvez castigó al grupo por una situación de indisciplina, con la tarea de que sólo se podrían ir a la casa después de escribir 800 veces en su cuaderno la frase “El respeto es la ante sala de la amistad”. Todos lo hicieron y regresaron a la casa después de las 8:00 pm., y por supuesto, lo mismo hizo la profesora que espero al último de los estudiantes.
La jornada transcurría normalmente al igual que las gestiones para que se recibiera la aprobación del año lectivo siguiente y así garantizar las clases. Estas situaciones, en vez de desmotivar a la comunidad educativa, lograba que cada uno de ellos se apropiara aún más de su institución, y así lo demostraban cada domingo cuando ordenados en una fila llegaban todos los estudiantes a misa segunda (misa de las nueve de la mañana) con su uniforme de gala que comprendía para las mujeres falda prensada de color azul fuerte y blusa de color azul claro junto a su boina, que en muchos casos se convertía en el elemento perfecto de coquetería. Entre tanto los hombres vestían pantalón y camisa azul. Durante la eucaristía los estudiantes eran los encargados del coro con cantos en latín.
O tal vez el mejor hecho de propiedad por parte de la comunidad educativa, fue cuando el entonces personero municipal, Sr. Alberto Fresneda, y además uno de los gestores del Colegio, decidió instalar en la puerta principal de la Institución una vaya en la que indicaba que ésta adoptaría el nombre de “Colegio Departamental Laureano Gómez”; situación que provocó que todos tomaran fuerzas, decidieran bajar la controvertida vaya y la regresaran al reconocido dirigente y le dejaron muy en claro que la comunidad estaba de acuerdo que el nombre del nuevo colegio fuera “Presbítero José María Falla” por todo lo que este sacerdote había hecho para lograr dicho sueño.
El proceso de evaluación era intenso, las materias eran evaluadas mes por mes y de ese mismo modo se realizaban las reuniones de padres de familia, en las que se informaba el rendimiento académico y comportamiento de cada uno de los jóvenes. De igual forma, el proceso de evaluación se realizaba mensualmente y al final de año se evaluaba todo lo visto, por lo que debían estudiar el cuaderno en su totalidad o en algunos casos les daban cuestionarios no menores a 25 preguntas.
El grupo de profesores iba aumentando con las mismas condiciones de los iniciales. Los recursos eran mínimos, hasta el punto que muchos de los alumnos fundadores recuerdan que cuando un alumno era suspendido del colegio, inmediatamente acudían donde el rector, presbítero Nelson Guerrero y le exigían la devolución del valor de la matrícula, lo que obligaba a que el sacerdote mediara por ellos ante los profesores, y así evitar que retirarán la matricula.
El alumnado debía mantener las aulas totalmente limpias, ellos eran los encargados de realizar todos los días el aseo de la institución. Para esto, eran divididos en grupos. Asimismo, debía tener una presentación intachable cada alumno. Las profesoras se encargaban de verificar que las faldas de las alumnas tuviesen de alto como máximo 45 cms del suelo y los hombres debían llevar las medias limpias.
Las tareas tenían que ser consultadas con los profesores de las escuelas de primaria, pues se carecía de una biblioteca. Lo anterior motivo una “marcha del libro” con lo que se logró obtener algunos textos de gran utilidad. Estos fueron ubicados en un entrepaño hecho por los mismos alumnos y puesto en la secretaría.
Y a propósito de la secretaría, la primera persona en ocupar este cargo fue la señora Gloria González Téllez; aunque en muchos de los datos del colegio no aparece debido a que su permanencia fue muy corta.
La comunidad siguió apoyando el proceso del Colegio, y para ello se preparó en cierta fecha un evento denominado Impodovio, evento que constaba de competencias deportivas por la calle principal (carrera 8) y con ello recolectar fondos. Este mismo concluyó con un festival en el entonces Club Linares (actual edificio de la Discoteca Las Pirámides).
La puesta en marcha de una improvisada biblioteca, conformada por libros que se lograron recopilar mediante una jornada denominada “La marcha del libro”, permitió que los alumnos crearan un centro literario.
La puesta en marcha de una improvisada biblioteca, conformada por libros que se lograron recopilar mediante una jornada denominada “La marcha del libro”, permitió que los alumnos crearan un centro literario.

Las organizaciones juveniles de tipo social, comunitario y político, también hicieron parte de la vida diaria del grupo de estudiantes fundadores.
La Despedida
En el año 1967 las clases transcurre sin ninguna novedad, salvo que ahora se esperaba la aprobación del grado Cuarto, pues el decreto inicial solo permitía hasta el grado Tercero. Asimismo, en este año, la Diócesis decide trasladar al padre Guerrero al vecino municipio de Bolívar, lo que obliga nombrar como nuevo rector al señor Carlos Arturo Torres. Dicho traslado motivó que la comunidad educativa realizara ocho días después, 1 de Abril de 1967, un acto especial en el que se despedía al primer rector del Colegio y le daban la bienvenida al nuevo funcionario. Éste último, tan solo pudo ocupar dicho cargo hasta el 9 de septiembre del mismo año. Siendo sucedido por el señor Glicerio Herrera Osorio.
Meses después, se recibe una comisión de la Secretaría de Educación Departamental, la cual tenía como objetivo verificar las instalaciones, material y personal con que se contaba y así aprobar el grado cuarto. La falta de herramientas y el estado de las instalaciones, hicieron que estos funcionarios no dieran su visto bueno. Esto defraudó a todas las personas, que a la vez se habían preparado muchos días atrás para esta visita y explicar todas las inquietudes que pudiesen tener los supervisores.
Sin importar la desaprobación por parte del Gobierno Departamental, en el año 1968, se culmina el cuarto año del bachillerato básico y se da inicio a los preparativos del acto de grado. El acto de graduación se realiza en el teatro parroquial, hasta donde llegaron los graduandos, sus familiares y en su mayoría la población doviense, quienes no querían perderse un acto tan importante para el municipio como el grado de la primera promoción del Colegio Presbítero José María Falla. El acontecimiento fue de tal manera que la emisora local llamada “Antena Musical” de propiedad de Dorance Arana, fue la encargada de transmitir el acto que se inició a las tres de la tarde.
El acto de graduación fue tan solo protocolario, pues al finalizar el mismo, los graduandos tuvieron que devolver el diploma que se dio minutos antes, pues la no aprobación del Colegio no permitía entregar algún certificado. Esto obligó que los estudiantes de este año tuviesen que validar su grado cuarto, especialmente, en la ciudad de Cartago, entre otras de la región.
De esta forma, se da paso al desarrollo de una historia de educación, compañerismo y adelanto de la vida municipal.
SIGLO XXI
INSTITUCIÓN EDUCATIVA JOSÉ MARIA FALLA
La expedición de la Ley 115 de 1994, “Ley General de la Educación”; preveía una considerable, vertiginosa y trascendental modificación al proceso de educación que tenía en ese entonces el territorio colombiano.
Uno de los más palpables cambios que promovió esta ley, fue la puesta sobre las mesas de trabajo, el análisis de las metodologías utilizadas frente a las exigencias del mundo moderno. Y gracias a esto, se crea la estrategia de elaborar en cada institución un Proyecto Educativo Institucional, en el que debían de interactuar todos los miembros de la comunidad educativa, con el firme propósito de orientar el proceso educativo acorde a las exigencias y vocación de la región.
Además de lo anterior, la ley general, buscó la implementación de metodologías más pedagógicas con las que el estudiante se sintiera cómodo, y con las que además de recibir información del profesor, también pudiese investigar, analizar y concluir sobre temas incluidos en el currículo escolar.
Esta “modernización” del proceso educativo, incitó que las entidades encargadas de la educación colombiana y regional, tuviesen que crear otras estrategias que permitieran crear un ambiente armonioso entre los docentes, directivos, educandos, padres de familia y comunidad en general.
Otra de estas estrategias, tuvo que ver con la implementación de una fusión general de entidades educativas para garantizar una sola metodología pedagógica y optimizar recursos educativos, humanos y económicos. Lo anterior, hizo que se expidiera la Resolución 2019 del 9 de septiembre de 2002, por medio de la cual se dio la fusión de todas las sedes educativas de la zona rural para conformar de esta forma una sola institución. Asimismo, la Resolución 2020 del 9 de septiembre de 2002 ordenó la fusión del Colegio Presbítero José María Falla con las escuelas de básica primaria de la zona urbana del municipio de El Dovio, para dar vida a la nueva Institución Educativa José María Falla.
El 29 de agosto de 2003, la Secretaría de Educación Departamental expide la Resolución 0299, por medio de la cual se da la fusión de la sede central con las cinco escuelas urbanas y 14 rurales, dando origen a otra etapa de la historia. En el 2006, la Institución cuenta con 73 docentes: 23 en la sede central en áreas de básica secundaria y media vocacional; 32 en básica primaria y 18 en escuela nueva. 4 personas en el área de administración, 4 en servicios generales, cuatro coordinadores académicos y un rector. Pasando de atender 500 estudiantes dentro de la básica secundaria y media vocacional a 1300 alumnos de toda la Institución Educativa.



SEDES EDUCATIVAS
ÁREA URBANA
SEDE
ÁREA

SEDE CENTRAL
JOSE MARIA FALLA
BASICA SECUNDARIA
MEDIA VOCACIONAL

SEDE
SANTISIMO SACRAMENTO
PREESCOLAR
PRIMERO
SEDE
GENERAL JOSE MARIA CORDOBA
SEGUNDO
SEDE
MARIA INMACULADA
TERCERO
SEDE
JOSE JOAQUIN JARAMILLO
CUARTO
SEDE
POLICARPA SALAVARRIETA
QUINTO
SEDES EDUCATIVAS
AREA RURAL
SEDE
ISABEL MURILLO DE TRUJILLO
VEREDA
CIELITO
SEDE
SANTO DOMINGO
VEREDA
OJEDAS
SEDE
SAN JUAN BAUTISTA
VEREDA
EL CRUCERO
SEDE
RICARDO MUÑOZ
VEREDA
LA CABAÑA
SEDE
MANUELA BELTRÁN
VEREDA
CALLELARGA
SEDE
NICOLÁS BORRERO OLANO
VEREDA
MATECAÑA
SEDE
ANTONIO NARIÑO
VEREDA
BELLAVISTA
SEDE
PÍO XII
VEREDA
EL ORO
SEDE
FRANCISCO JOSE DE CALDAS
VEREDA
SAMANA
SEDE
ELVIRA PEÑA
VEREDA
LA ESPERANZA
SEDE
BENJAMIN PEREA
VEREDA
LA MARIA
SEDE
SANTA TERESITA
VEREDA
LITUANIA
SEDE
20 DE JULIO
VEREDA
EL LULAR





















































































































































































































































ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA
El proceso administrativo de una entidad educativa como la nuestra es muy compleja, debido a su carácter oficial y al tema económico de toda la región. Los aportes por parte del gobierno departamental, se ven reflejados en el pago de los docentes y directivos, además de algunas ayudas en material didáctico o estructural.
El municipio de El Dovio apoya la institución a través de convenios con los que ingresan recursos económicos, además de aportes en material didáctico, estructurales y el pago de una auxiliar administrativa. En el periodo 2004-2005 el convenio de becas educativas permitió que la administración local lograra entregar recursos por $100.000.000 CIEN MILLONES DE PESOS; pero algunas situaciones de tipo administrativo obligaron que en el periodo 2005-2006 estos recursos alcanzaran tan solo los $25.000.000 VEINTICINCO MILLONES DE PESOS.
Los dineros que se obtienen a través del pago de matrícula, mensualidades u otros conceptos, también permite el desarrollo normal de las actividades educativas. El mantenimiento de la institución, la adquisición de nuevo material didáctico, ayudas audiovisuales, entre otros. Pese a lo anterior sigue siendo evidente la falta de mayor apoyo por parte de los organismos, a nivel departamental y nacional, con la educación, su calidad y garantía para todos los pobladores.
PERSONAL DE LA INSTITUCIÓN
PERSONAL DIRECTIVO - AÑO 2006
RECTOR
Esp. Gilberto Soto Herrera
COORDINADORES
Esp. Arturo Posso Velásquez
Esp. Ana Jovita Aguilera Barreño
Esp. Rosalba Ayala
Esp. Dianed González Naveros

SECRETARIA PAGADORA
María Adíela León Montoya
BIBLIOTECARIA
Aydee Guzmán García
AUXILIAR DE SISTEMAS
Lor Milady Gómez Alzate
ADMINISTRATIVO
Gloria Emilse Millán García
ADMINISTRATIVO
Claudia Marcela Lotero Santamaría
ADMINISTRATIVO
Iduard González
ADMINISTRATIVO

ADMINISTRATIVO
Pastor Antonio Taborda Ortiz
ADMINISTRATIVO
Jesús Alberto Alberto Llanos Castillo
MODALIDAD
Pero esto no es lo principal. Después de más de tres décadas, y con un gran número de graduandos, el Colegio José María Falla da su paso de actualización y deja atrás la modalidad de Bachiller Académico para convertirse en un Bachiller con Énfasis Agropecuaria.
Esta nueva modalidad, gestada a través del Proyecto Educativo Institución, y con el apoyo de entidades gubernamentales y ONG´s, ahora desarrolla un proceso que ofrece al estudiante desde su educación básica y media vocacional, actividades que le abrirán las puertas en el campo laboral luego de culminar sus estudios.
Gracias a esto, a la Institución le fueron entregadas en comodato las instalaciones de la Granja Departamental. Terreno apto para que los jóvenes presbiterianos, puedan desarrollar proyectos agrícolas.
FECHAS ESPECIALES
Tradicionalmente, la institución ha celebrado las fechas más especiales para la comunidad educativa. Entre estas podemos destacar celebraciones como: Día de la Madre, Día del Profesor, Día del Aluno y por supuesto las efemérides de nuestro plantel.
El cumpleaños del plantel ha sido una fecha en la que se disfruta en comunidad con eventos de gran interés deportivo, cultural, recreativo y artístico. Diferentes personas en el correr de los años, participaron de estas celebraciones aportando su granito de arena y también compartiendo con esta familia educativa.
CULTURA
Además de las actividades lúdicas que integran el P.E.I. Profesores y estudiantes han participado, en representación del “José María Falla” o del mismo municipio, en eventos de carácter regional y nacional.
Entre estos, podemos destacar la participación en el CREA encuentro cultural promovido por el Ministerio de Cultura, y en el que se logró el primer lugar. Además de esto, se destaca la participación de estudiantes y docentes en encuentros de gran renombre, como el Encuentro de Mujeres Poetas (Museo Rayo – Roldanillo), integración cultural con centros educativos en la región, entre otros.
DEPORTES
La promoción deportiva, al igual que la cultural, ha contado con el total apoyo de las directivas, quienes han reforzado sus acciones, permitiendo la realización de torneos de carácter interno y la creación de escuelas deportivas.
La población estudiantil se ha visto muy bien representada en este campo, con alumnos que han ondeado sus banderas en competencias de carácter departamental y nacional. El atletismo, fútbol y ciclismo, son las disciplinas más sobresalientes.
GRUPOS ESPECIALES
El tema ambiental, también hace parte de las tareas primordiales de la Institución Educativa José María Falla. Al respecto, el centro educativo ha tenido la oportunidad de hacer parte y liderar jornadas encaminadas a mejorar el medio ambiente de la municipalidad.
Su participación directa en organizaciones como la ONG “Las Hojas”, y otros estamentos ambientalistas, indican la relevancia que se mantiene por el tema.
EL ESCUDO
Por años el búho y los círculos de color verde, rojo y amarillo han sido parte de la imagen que identifica a este centro educativo. Imagen que ha acompañado a los centenares de estudiantes en sus uniformes y otros elementos que han sido representativos o que han lucido en actos de gran importancia para la comunidad educativa. Grados, jornadas deportivas, actos culturales y eventos sociales han tenido como emblema el logo que por años identificó al Colegio Presbítero José María Falla y ahora a la Institución Educativa.
Aunque en los archivos de la institución no reposa un registro donde se describa la forma que se adopta este logo o el mismo significado que tiene cada uno de los colores, este ha permanecido por muchos años con cambios muy mínimos. Lo único que podemos definir, es que la imagen del búho ha sido sabiduría.
Los relatos de los primeros alumnos del Colegio indican que en el año 1965 la institución adoptó la propuesta presentada por uno de los estudiantes, quien participó de un concurso promovido por la profesora Carmen Gálvez. Esta propuesta estaba conformada por un circulo relleno de color blanco y línea de color negro, en medio de este, se fijaba una figura que simulaba un sol y sobre él unas gradas por donde subía un niño con sus útiles escolares. La anterior figura estaba acompañada de la frase: “Siempre adelante – Colegio Presbítero José María Falla”.
Luego de ello, se desconoce el tiempo en que se decidió cambiar la imagen de las gradas y el niño por el búho. Pero además de esto, es importante destacar que en diversos documentos, el escudo ha sufrido algunos cambios, entre los que destacamos el búho sobre libros, el búho rodeado de rayos del sol. Cosa contraria ha sucedido con la bandera e himno de la Institución que aún no se registra.
La utilización de un uniforme es factor imprescindible para dar una mejor presentación a una entidad o institución como el “José María Falla”. Y ha sido este elemento, controvertido en algunos tiempos y obligatorio siempre para el normal desarrollo de nuestra institución educativa, como en otras de la región.
Desde su inicio, la entidad educativa ha contado con un prototipo que siempre ha buscado identificar a cada uno de los estudiantes que ha tenido en sus aulas de clase.
1964
En este año, y cuando la institución iniciaba en las aulas de la ahora sede Santísimo Sacramento, el color general de los uniformes diarios para las mujeres y hombres era de color Caqui. Las mujeres usarían una blusa de manga larga y falda con bronces con una altura del piso hasta el ruedo de la prenda no menor ni mayor a 45 centímetros. Entre tanto los hombres usarían un pantalón y camisa de este mismo color. Todos con zapatos color negro. Por este uniforme, y a los constantes desfiles en los que participaban los alumnos ordenados en filas parejas, muchos pobladores denominaron a los estudiantes como los “reclusos”, dada su similitud con presos.
Pero gracias a las costumbres de esta época, y cumpliendo los mínimos requerimientos del protocolo, los jóvenes estudiantes debían utilizar para fechas especiales o para asistir el día domingo a la Santa Misa con el uniforme de gala. Este consistía para las mujeres de una blusa azul claro y una falda de prenses color azul turquí; esto acompañado de una boina del mismo color. Entre tanto, los hombres asistían con su traje de gala que consistía en pantalón y saco azul turquí, camisa blanca y corbata.
Para la práctica de educación física no se regía un uniforme específico. Pero esto no fue excusa, las mujeres utilizaban una franela color verde, blusa, pantaloneta y zapatos tenis de color blanco. Por su parte los hombres utilizaban pantaloneta y buzo cualquiera.
Los años siguientes, y hasta ahora, el cambio principal ha estado en el uniforme de las mujeres, mientras que el hombre ha estado siempre con el tradicional pantalón azul jean y camisa o camiseta blanca con zapatos negro.
¿Por qué José María Falla?
El nombre de nuestro Colegio se debe al sacerdote Pbro. José María Falla, quien consideró necesario la creación de un colegio de enseñanza media; es él quien inicia trámites para la adquisición del lote, con la colaboración de Alberto Fresneda, Concejo Municipal y algunos políticos.
Falla no pudo ver sus anhelos y el Rdo. Nelson Guerrero retoma dicho proyecto. El colegio inició su funcionamiento por Decreto No.0750 de Octubre 15 de 1.964; siendo Gobernador Gustavo Balcázar Monzón y Secretario de Educación (E) Hernán Mejía Arango.
El primer año lectivo 1964 - 1965, funcionó bajo la dirección del Rdo. Nelson Guerrero, No. de alumnos matriculados 72, para el primero bachillerato. Profesores: Alberto Soto, Edgar Rojas y Carmen de Jesús Gálvez.
Mientras, se construía el colegio, se laboró en el local donde hoy funciona el colegio “Santísimo Sacramento”. Por un rumor respecto al comportamiento del alumnado, divulgado por un individuo, que en ese entonces reparaba la torre de la iglesia, el local debió desalojarse; Monseñor Calderón se opuso a su funcionamiento por ser mixto; fue así como el Pbro. Rector, autorizó el traslado del personal al local que hoy ocupa, inconcluso en ese momento.
Para el año lectivo 1.965-1.966, se trabajó con dos grado lo. y 2o. Bachillerato.
En el año lectivo existen tres grupos lo., 2o., 3o Bachillerato. (1.966-1.967)
En el año lectivo 1.967—1.968 funcionan los grados 1 2o., 3o., 4o. Bto.
En el año 1.975 se aprueba el 5o. Bto, mediante Resolución No.282l de Mayo
22 de 1975. El grado Once (110.) es aprobado al año siguiente.
Tuviera nombre de personas vivas, esta situación fue aprovechada por el Reverendo GUERRERO para demandar a Alberto fresneda con el fin de que el nombre del colegio fuera cambiado por el de Pbro. JOSE MARIA FALLA”. Este nombre fue aceptado y desde ese momento el colegio tiene dicho nombre. Se creyó que este nombre era el más conveniente para el colegio, ya que el Reverendo JOSE MARIA FALLA había sido párroco de El Dovio y había fallecido en el año de 1960. Esta es la verdadera razón para el nombre que posee nuestro colegio y así inicia sus labores definitivamente en este local.
AÑO LECTIVO 1965 - 1966
Continua como rector el Reverendo NELSON GUERRERO el número de alumnos es de 95 matriculados para primero y segundo, la nómina de profesores estaba conformada de la siguiente manera: JORGE BARRERA, EDGAR ROJAS Y CARMEN DE JESUS GALVIS.
ANO LECTIVO 1.966 - 1967.
La dirección del colegio es la misma del año anterior. Se matriculan 107 alumnos para primero, segundo y tercero bachillerato; la nómina de profesores es la siguiente: EDGAR ROJAS, JORGE ALBERTO BARRERA DIAZ, ARCESIO TAMAYO Y CARMEN DE JESUS GALVIS. El primero de abril de 1967 el Pbro. NELSON GUERRERO es reemplazado en la dirección del colegio por el señor CARLOS ARTURO TORRES.
AÑO LECTIVO 1967- 1968
El colegio es dirigido por el señor CARLOS ARTURO TORRES; e1 número de alumnos es de 108 matriculados en los grupos primero, segundo, tercero y cuarto bto. La nómina de profesores es la siguiente: JORGE ALBERTO BARRERA DIAZ, ARCESIO TAMAYO PEREA, LUBIOLA OCAMPO DE G., NUBIA SOFIA QUINTERO Y MARIA LILIA LOPEZ Como secretaria tesorera. El 9 de septiembre de 1967 el señor CARLOS ARTURO TORRES es sucedido en la dirección del colegio por el señor GLICERIO HERRERA OSORIO.
AÑO LECTIVO 1968 - 1969
Sigue en la rectoría del colegio el sr. GLICERIO HERRERA. El número de alumnos desciende a 70 matriculados en primero, segundo, tercero y cuarto. La nómina de profesores es aumentada y la conforman los siguientes profesores: JORGE ALBERTO BARRERA, ARSESIO TAMAYO, NUBIA SOFIA QUINTERO, GERMAN LOZADA STERLING, FELIZA HERNANDEZ, AYDA H. GONZALEZ Y AMPARO HENAO. Al terminar el año la nómina es así: JORGE ALBERTO BARRERA, ARCESIO TAMAYO, NUBIA SOFIA QUINTERO, FELIZA HERNANDEZ, AYDA H. GONZALES, MIGUEL ANGEL BACCA Y EFRAÍN MUÑOZ como secretario pagador. El 15 de septiembre de 1968 se posesionó como rector el Sr. URIEL AUGUSTO GIRALDO OSPINA.
AÑO LECTIVO 1969-1970
Sigue dirigiendo plantel el señor URIEL GIRALDO, el número de alumnos aumenta nuevamente a 123 distribuidos en cinco grupos: dos primeros, un segundo, un tercero y un cuarto. Presta su servicio la siguiente nómina de profesores: JORGE ALBERTO BARREA, ARCESIO TAMAYO, NUBIA SOFIA QUINTERO, FELIZA HERNANDEZ, AYDA H. GONZALES, MIGUEL ANGEL BACCA. Terminando labores los siguientes: JORGE ALBERTO ARRERA, ARCESIO TAMAYO, NUBIA SOFIA QUINTERO, FELIZA HERNADEZ, AYDA H. GONZALES, JAIRO PADILLA, HECTOR JAVIER MARIN Y APOLINAR PENA S. como secretario profesor, los estudios de este año son reconocidos mediante resolución No. 1886 de junio 26 de 1969.
AÑO LECTIVO 1970 - 1971
Sigue como rector URIEL AUGUSTO GIRALDO, el número de alumnos sigue creciendo a 150, distribuidos en 5 grupos. Nómina de profesores: JORGE ALBERTO BARRERA, ARCESIO TAMAYO, NUBIA SOFIA QUINTERO, FELIZA HERNANDEZ, JAIRO PADILLA, HECTOR JAVIER MARIN Y APOLINAR PEÑA como secretario tesorero y profesor. Los estudios de este año son reconocidos mediante resolución No 2336 de junio 12 de 1970 emanada del ministerio de educación nacional.
AÑO LECTIVO 1971 - 1972
Sigue siendo el rector el señor URIEL AUGUSTO GIRALDO, son matriculados 153 alumnos distribuidos en cinco grupos. La nómina de profesores es la siguiente: .JORGE BARRERA DIAZ, ARCESIO TAMAYO, NUBIA SOFIA QUINTERO, JAIRO PADILLA, HECTOR JAVIER MARIN, MARIA NIDIA VELÁSQUEZ, VAYARDO CALDAS. Terminaron labores los siguientes: JORGE BARRERA, ARCESIO TAMAYO, NUBIA SOFIA QUINTERO, HECTOR JAVIER MARIN, MARIA NIDIA VELAZQUEZ, MARTHA CECILIA ZAMBRANO Y LUIS CARLOS ACOSTA. Mediante resolución No 2781 de junio de junio 17 de 1971 son reconocidos los estudios de este año lectivo.
AÑO LECTIVO 1972 -1973
Sigue en la dirección del colegio el señor URIEL A. GIRALDO, Son matriculados 164 alumnos, distribuidos en cinco grupos. La nómina de profesores es la siguiente: JORGE BARRERA, ARCESIO TAMAYO, NUBIA SOFIA QUINTERO, HECTOR JAVIER MARIN, MARIA NIDIA VELAZQIJEZ, MARTHA CECILIA ZAMBRANO Y LUIS CARLOS ACOSTA GIRALDO.
AÑO LECTIVO 1973 -1974
La dirección del colegio es la misma del año anterior, son matriculados 198 alumnos distribuidos en los mismos cinco grupos; la nómina de profesores es la siguiente: JORGE BARRERA, ARCESIO TAMAYO, NUBIA SOFIA QUINTERO, HECTOR JAVIER MARIN, MARIA NIDIA VELAZQUEZ, MARTHA CECILIA ZAMBRANO, CARLOS DE LA CRUZ FRANCO Y EL PBRO DANTE MORETTI FASANI. TODOS TERMINAN EL Año menos DANTE MORETTI, la resolución del año anterior sigue vigente.
AÑO LECTIVO 1974 - 1975
Continúa en la dirección el mismo rector. Son matriculados 203 alumnos distribuidos en los mismos grupos, para este año se abre un quinto bachillerato, siendo gobernador del Depto. el Dr. MARINO RENJIFO SALCEDO y SECRETARIA de educación la doctora BEATRIZ GOMEZ DUSSAN y Jefe de Educación Media SILVIO BORRERO ASTUDILLO, mediante la resolución 2821de mayo 22 1975 son reconocidos los estudios del presente año. La nómina de profesores es la siguiente: JORGE BARRERA, ARCESIO TAMAYO, NUBIA SOFIA QUINTERO, HECTOR JAVIER MARIN, MARIA NIDIA VELAZQUEZ, MARTHA CECILIA ZAMBRANO, APOLINAR PEÑA y FRANCISCO MENDOZA como secretario.
AÑO LECTIVO 1975 -1976
Sigue el mismo rector en la dirección del colegio. Son matriculados 255 alumnos distribuidos en los mismos seis grupos anteriores; se autoriza un sexto, siendo gobernador el Dr. RAUL OREJUELA BUENO, secretario de educación EUSEBIO MUÑOZ, director de educación media SILVIO BORRERO A. El equipo docente es el siguiente: JORGE BARRERA, ARCESIO TAMAYO, HECTOR JAVIER MARIN, APOLINAR PENA, GILBERTO SOTO, Lic. FRANCISCO MENDOZA, NUBIA SOFIA QUINTERO, MARIA NIDIA VELÁSQUEZ, MARIA DEL CARMEN MARIN, MARTHA CECILIA ZAMBRANO. Terminan el año JORGE BARRERA, ARCESIO TAMAYO, HECTOR JAVIER MARIN, APOLINAR PEÑA, GILBERTO SOTO, OSCAR MARINO MARIN, LUIS EMILIO OSORIO, NUBIA SOFIA QUINTERO, MARIA NIDIA VELAZQUEZ, MARTHA CECILIA ZAMBRANO, tesorero LEONARDO OSORIO GOMEZ. La resolución anterior sigue vigente.
AÑO LECTIVO 1976 -1977
El rector sigue siendo el mismo, se matriculan 273 alumnos distribuidos en 7 grupos. Cuerpo docente: JORGE BARRERA, ARCESIO TAMAYO, HECTOR JAVIER MARIN, APOLINAR PENA, GILBERTO SOTO, OSCAR MARINO MARIN Y LUIS EMILIO OSORIO. Al terminar el año lectivo el colegio cuenta con: JORGE BARRERA, ARCESIO TAMAYO, APOLINAR PEÑA, GILBERTO SOTO, OSCAR MARINO, MIGUEL ANGEL PEREZ Y SOTO ECHVERRY, NUBIA SOFIA QUINTERO, MARIA NIDIA VELÁSQUEZ. Como secretario tesorero MIGUEL GUZMAN GARCIA. Los estudios de éste año son reconocidos mediante la resolución 1835 de marzo 2 de 1977.
AÑO LECTIVO 1977- 1978
Continúa el mismo rector. Son matriculados 283 alumnos distribuidos en los 7 grupos. Cuerpo docente: JORGE BARRERA, ARCESIO TAMAYO, APOLINAR PEÑA, GILBERTO SOTO, OSCAR MARINO NARIN, SOTO ECHVERRY, NUBIA SOFIA QUINTERO, MARIA NIDIA VELAZQUEZ. El primero de octubre de 1977 el sr. URIEL GIRALDO es reemplazado en la dirección del plantel por APOLINAR PEI SILVA.
Terminan el año: JORGE BARRERA, GILBERTO SOTO, OSCAR MARINO MARIN, MIGUEL ANGEL PEREZ, Y SOTO ECHEVERRY, SIGIFREDO CRUZ, GENTIL GILBERTO TRUJILLO, MARIA NIDIA VELAZQUEZ, LUZ ELIZABETH HOYOS, HOCIERY SÁNCHEZ, MARIA NINFA MADROÑEROS. SECRETARIO MIGUEL GUZMAN GARCIA. En este año el colegio cuenta con dos auxiliares de servicios, Sta. MARIA ADIELA LEON MONTOYA y HECTOR HELIAS MARIN.
AÑO LECTIVO 1978- 1979
Continúa en la dirección del colegio el mismo rector. Se matriculan 266 alumnos distribuidos en 8 grupos, con la creación de una plaza en el establecimiento, en la actual administración departamental, gobernador Dr. JAIME ARIZABALETA CALDERON, secretario de educación RAMON ELIAS GIRALDO, Director de Educación Sigifredo Holguín; se abre otro segundo. Se inician labores con la siguiente nómina de profesores: JORGE BARRERA DIAZ, GILBERTO SOTO, GENTIL GILBERTO TRUJILLO, MIGUEL ANGEL PEREZ, Y SOTO ECHEVERRY, SIGIFREDO CRUZ, OSCAR MARINO MARIN, MARIA NIDIA VELAZQUEZ, HOCIERY SANCHES, LUZ ELIZABETH HOYOS Y MARIA NINFA MADROÑEROS.
Los siguientes diez años del colegio pueden resumirse de la siguiente manera y bajo las siguientes administraciones:
AÑO LECTIVO 1979-1980
Sigue en la dirección del colegio el Sr. APOLINAR PEÑA SILVA, como secretario pagador el Sr. MGUEL GUZMAN. El logro más importante durante esta administración fue la construcción del aula máxima en 1980.
PERIODO COMPRENDIDO 1980- 1984
El 10 de marzo de 1981 el Sr. APOLINAR PEÑA es reemplazado en la dirección del colegio por el Sr. ERNESTO SOLANO VARELA, quien durante su administración logró incalculables progresos para el colegio, como son: La adecuación de la biblioteca “GARCIA MARQUEZ”, la construcción de la unidad sanitaria, como también la tienda escolar, se creó el bachillerato nocturno. La administración del Sr. ERNESTO SOLANO terminó el día 12 de abril de 1984.
PERIODO COMPRENDIDO ENTRE 1984 - 1987
Asume la dirección del colegio el Sr. GONZALO ROJAS M. el 13 de abril de 1984, durante su administración hay grandes adquisiciones:
Adquirió la mayoría de los materiales con que cuenta el laboratorio de Física y Química, mediante el convenio COL0MBO-ESPAÑOL, también se logró el nombramiento del Dr. HECTOR FABIO CORTES como médico del colegio, en el año 87 otro de sus logros fue la construcción del lago en agosto del 85. Durante esta administración el Sr. MIGUEL GUZMAN es reemplazado en su cargo de secretario pagador por el SR. HAROLD AUGUSTO MONTOYA URDINOLA. El Sr. GONZALO ROJAS es trasladado del colegio el día 6 de octubre de 1987 y es reemplazado por el Sr. JOSE ARIEL A.
PERIODO COMPRENDIDO ENTRE EL 13 DE OCTUBRE DE 1987 y JUNIO 1 DE 1988
Asume la dirección del colegio el Sr. JOSE ARIEL A. como rector encargado, en este periodo se logró el nombramiento de dos licenciadas la Sra. NANCY HURTADO (física) Y MARTHA CECILIA G. (francés)
PERIODO COMPRENDIDO ENTRE EL 2 de JUNIO DE 1988 Y DICIEMBRE DE 1988
Asume la dirección del colegio el Sr. DIEGO QUINTERO MARIN, uno de sus logros más importantes fue la instalación del laboratorio. El señor DIEGO QUINTERO fue reemplazado en la dirección del colegio nuevamente por el Sr. JOSE ARIEL A. por espacio de 4 meses, al cabo de los cuales quedó como rector encargado el Sr. GILBERTO SOTO HERRERA quien asumió este cargo el 14 de abril de 1988, hasta el 31 de junio de 1988.
Durante este periodo el Sr. HAROLD AUGUSTO MONTOYA es reemplazado en su cargo de secretario pagador por la Sta. MARIA ADIELA LEON. El día 1 de agosto de 1988 después de paros y gran cantidad de crisis en el colegio por falta del nombramiento oficial del rector, las peticiones fueron escuchadas y fue nombrado como rector oficial el Sr. GILBERTO SOTO HERRERA.
La administración del Sr. GILBERO SOTO HERRERA puede definirse como la época de oro del colegio, ya que el rector con su amor por el colegio, con su entusiasmo y gracias a la ayuda de algunos ex-alumnos que se han convertido en los grandes benefactores del colegio, emprendieron una labor que dio como resultado la construcción de murales, canchas y muchas otras cosas que han contribuido al embellecimiento del colegio; es así como con alegría, con el colegio convertido en un lugar hermoso y ante todo acogedor para todos los jóvenes que al igual que yo han estado en sus aulas y con gran interés hemos aprendido.